sustantivo
EL VOLUNTURISMO: es definido como viajes turísticos organizados y empaquetados con una duración de unas horas a un año, en los que el objetivo principal es el voluntariado. El voluntario ofrece su “trabajo” dentro del destino de forma gratuita. Si bien el concepto de ‘volunturismo‘ generalmente incluye un elemento de viajes internacionales, riesgos similares para niñas, niños y adolescentes también se aplican en el contexto de los viajes y el turismo nacionales y locales, cuando a una persona se le permite ser voluntario con y para NNA en una organización o un orfanato sin verificaciones de antecedentes previas (también cuando dichas actividades no estén organizadas por una empresa).[1]
Si bien el voluntariado es una forma valiosa de contribuir a la sociedad, que ofrece beneficios tanto para la comunidad como para el voluntario, se ha demostrado que los viajes de voluntariado (volunturismo), organizados y no supervisados tienen una variedad de consecuencias perjudiciales para el desarrollo de la infancia y la adolescencia y pueden aumentar el riesgo de explotación sexual. El volunturismo permite el acceso no regulado a niños/niñas/adolescentes vulnerables. Los delincuentes pueden aprovechar estos entornos para acceder y explotar sexualmente a niños/niñas/adolescentes de orfanatos, escuelas, clubes y otros entornos donde se ofrecen oportunidades de voluntariado no reguladas.
Algunas organizaciones de envío de voluntarios, e incluso algunos gobiernos, han implementado normas de protección para los candidatos a voluntarios, como verificación de antecedentes penales, entrevistas, verificación de referencias y de la condición física, y de normas ambientales para trabajar con niñas, niños y adolescentes. Pero muchas organizaciones y países que reciben voluntarios no aplican las mismas medidas necesarias para garantizar la seguridad de los NNA. La discrepancia significa que las buenas prácticas y los estándares defendidos en un extremo se pueden deshacer fácilmente en el otro lado, lo que convierte a los países sin regulaciones de salvaguardia obligatorias en objetivos fáciles para los delincuentes.
Los factores de empuje económico se han visto exacerbados por la pandemia. Más familias en el mundo en desarrollo se enfrentan a la pobreza extrema. Algunas niñas/niños/adolescentes a veces han perdido a sus cuidadores a causa de la COVID-19. La pandemia puso en pausa el grueso del turismo internacional. Durante este período, la investigación registró efectos positivos en el bienestar de la infancia y la adolescencia debido a un menor número de voluntarios que viajan a corto plazo en los centros de atención residencial. Sin embargo, muchas instalaciones tienen la intención de reanudar el voluntariado en orfanatos después de la pandemia debido a los beneficios financieros que brindan.
Nuestra revisión documental global describe una serie de soluciones para que los gobiernos, el sector privado y los turistas protejan a la infancia y la adolescencia de la explotación sexual.
En 2021, ECPAT International publicó un análisis detallado de las intervenciones legales y políticas para proteger a niñas, niños y adolescentes de la explotación sexual en el contexto de los viajes y el turismo, con un enfoque específico en el tema del volunturismo no supervisado y no regulado. [2][3] Las principales soluciones legales y políticas incluyen:
El gobierno de Filipinas ha creado la Agencia Nacional de Coordinación de Servicios Voluntarios, una agencia que mantiene un registro centralizado de la identidad de todos los voluntarios domésticos y tiene el mandato de trabajar con instituciones gubernamentales y otras partes interesadas en el marco del Programa Nacional de Servicios Voluntarios. En 2007, se desarrolló un Marco de Despliegue del Programa de Voluntarios Extranjeros que actúa como guía para el despliegue de voluntarios extranjeros en Filipinas para cumplir con las prioridades clave de desarrollo. La agencia trabaja con socios extranjeros aprobados que cuentan con medidas internas para el reclutamiento y selección efectivos de voluntarios.
A nivel mundial, los esfuerzos gubernamentales para regular el volunturismo son limitados. Algunos gobiernos requieren que los operadores de turismo cumplan con los estándares mínimos de protección de la infancia y la adolescencia, sin embargo, estos no están específicamente relacionados con el volunturismo. Nuestras soluciones propuestas para esta brecha en la protección de niñas, niños y adolescentes incluyen:
Tanto los países de envío como receptores de voluntarios deben concienciar sobre los daños que pueden representar las actividades de volunturismo no reguladas.
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